Washington(CBNnoticias) – El presidente Donald Trump anunció que está tomando medidas para proteger la seguridad nacional de los Estados Unidos de los efectos del exceso de oferta mundial de acero y aluminio.
Tras extensas discusiones y un proceso de meses, el presidente implementará aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio de Canadá, México y la Unión Europea.
La implementación de aranceles de acero y aluminio sigue el anuncio del presidente Trump el 8 de marzo de 2018 de un arancel de 25 por ciento para las importaciones de acero y un arancel de 10 por ciento para las importaciones de aluminio.
En las proclamaciones iniciales de marzo, el presidente Trump dio la bienvenida a cualquier país con el que Estados Unidos comparta una relación de seguridad para analizar medios alternativos para abordar las amenazas de deterioro a la seguridad nacional causadas por sus exportaciones de acero y aluminio a los Estados Unidos.
El presidente dejó en claro que la Administración estaba dispuesta a trabajar con esos países para encontrar acuerdos por separado que cumplieran con los requisitos de seguridad nacional de los Estados Unidos.
Estados Unidos llegó a un acuerdo con Corea del Sur sobre el acero, que se anunció el 30 de abril. Incluido en las proclamaciones de hoy, Estados Unidos ha llegado a acuerdos sobre acero con Australia, Argentina y Brasil, y con Australia y Argentina sobre aluminio.
Sin embargo, los Estados Unidos no pudieron llegar a acuerdos satisfactorios con Canadá, México o la Unión Europea, después de retrasar repetidamente los aranceles para permitir más tiempo para las discusiones.
En enero de 2018, el Departamento de Comercio entregó dos informes sobre investigaciones de acero y aluminio realizadas bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962.
Los informes descubrieron que el nivel excesivo de importaciones amenazaba con perjudicar la seguridad nacional porque un nuevo cierre de la capacidad de producción nacional daría lugar a una situación en la que los Estados Unidos no podrían satisfacer la demanda de defensa nacional y la infraestructura crítica en una emergencia nacional.
El 8 de marzo, el presidente Trump aceptó las recomendaciones del Departamento de Comercio y comenzó a tomar medidas para abordar la amenaza de deterioro de la seguridad nacional de Estados Unidos.
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