Ottawa(CBNnoticias) – Los datos del Censo de 2016 publicados hoy por Statistics Canada, muestran que hoy en día, proporcionalmente menos hogares están compuestos por una familia de «mamá, papá y niños» y más personas viven solas, como parte de una pareja sin hijos o como parte de una familia multigeneracional.
La vida de los canadienses en el hogar ha evolucionado desde la Confederación, cuando las familias rurales grandes consistentes en una pareja casada y varios niños eran comunes.
En 1871, había un promedio de 5,6 personas por hogar, una proporción que cayó a 2,4 en 2016.
Estos cambios son el resultado de cambios demográficos, como el envejecimiento de la población y el aumento de la diversidad etnocultural, así como los cambios sociales, económicos y legislativos.
La evolución de las condiciones de vida y las familias de los canadienses también pueden tener consecuencias, por ejemplo, en el mercado de la vivienda, en la prestación de cuidados y la atención y en las relaciones intergeneracionales.
A través de los años, el censo se ha utilizado como un barómetro para capturar con precisión los cambios en los hogares y familias canadienses.
Los datos del censo ayudan a los gobiernos a responder a los cambios en las vidas de los canadienses, beneficio de cuidado infantil y seguridad de la vejez.
Aumenta el número de personas viviendo solas
En 2016 había 14,1 millones de hogares privados en Canadá, de los cuales el 67,7 por ciento, es decir, 9,5 millones estaban compuestos por al menos una familia censal, la cual es definida como parejas casadas o en unión libre con o sin hijos, y familias de padres o madres solteros, también conocidas como familias monoparentales.
Los hogares unipersonales, es decir, personas viviendo solas, representaron el 28,2 por ciento de todos los hogares en 2016, la mayor proporción desde la Confederación en 1867.
Los hogares unipersonales se convirtieron en el tipo de hogar más común por primera vez en 2016, superando a las parejas con hijos, que pasaron de 31,5 por ciento de todos los hogares en 2001 a 26,5 por ciento en 2016.
Desde 1951, el porcentaje de hogares compuesto por una sola persona aumentó de manera constante, de 7,4 por ciento a 28,2% por ciento en 2016.
Además de los hogares unipersonales y los hogares compuestos por al menos una familia censal, una pequeña proporción (4,1%) de los hogares estaba formada por dos o más personas que no eran miembros de una familia censal, como compañeros de habitación o hermanos que vivían juntos.
Una serie de factores sociales, económicos y demográficos han contribuido al aumento del número de personas que viven solas. Por ejemplo, la redistribución del ingreso, las pensiones y el aumento de la presencia de mujeres en la fuerza de trabajo, han hecho que más personas sean económicamente independientes hoy en día que en el pasado, especialmente en los grupos de más edad.
Asimismo, un mayor número de separaciones y las tasas de divorcio han llevado a que más personas vivan solas, en lugar de vivir en pareja.
Por último, el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida también han contribuido al aumento de los hogares unipersonales, dado que una mayor proporción de personas de la tercera edad viven solas en comparación con otros grupos.
Número de parejas sin hijos crece más rápido que las que tienen hijos
Las tendencias en la proporción de parejas que viven con o sin hijos también reflejan la creciente diversidad de hogares y familias en Canadá.
De 2011 a 2016, el número de parejas que viven sin hijos aumentó más rápidamente (+ 7,2%) que el número de parejas con hijos (+ 2,3%). Como resultado, la proporción de parejas que viven con al menos un hijo cayó de 56.7% en 2001 a 51.1% en 2016, el nivel más bajo registrado.
La proporción de parejas que viven con niños ha ido disminuyendo desde hace algún tiempo. Esto se debe principalmente al envejecimiento de la población. A medida que la gran generación de baby-boom -personas nacidas entre 1946 y 1965- crece, cada vez más parejas se están convirtiendo en novatos vacíos debido a que sus hijos salen de casa.
Sin embargo, esta tendencia ha sido parcialmente compensada por una creciente proporción de jóvenes adultos que viven con sus padres en las últimas cuatro décadas.
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