
Mariana Isabel Menéndez Orlando, co-fundadora de Te quiero Latinx.
Por: Paola Quirós Cruz
“Aprendí, enseñando”, una afirmacion que relata el espíritu de emprendimiento y tenacidad de Mariana Isabel Menéndez Orlando. Loca, como muchos le conocen, nació en Lima, Perú y antes de cumplir 20 años, en 1992, emigró a Canadá, estableciéndose primero en Toronto.
Junto con su hija muy pequeña, Mariana buscó maneras de adaptarse al nuevo país después de separarse de su excompañero y aún sin el idioma, disparó su flecha de autodeterminación, terminó la escuela secundaria para adultos y entre estudiar, trabajar y educar a su hija, aprendió a comprender la fuerza que lleva en sí misma. Por dos décadas trabajó en la industria restaurantera, desde lavando platos hasta llegar a ser sous-chef. En el 2008, una oportunidad laboral se le presentó a su actual compañero y emprendieron su jornada hacia Vancouver.
Loca, desde los 13 años, patinaba alrededor de su casa, y cayendo y persistiendo aprendió a patinar. Sin embargo, la vida tomó otro curso y fue hasta que cumplió 30 años que Loca se compró un par de patines usados en Toronto, donde practicaba en cualquier oportunidad durante el verano. Ya entrando en sus 40 años, un día estaba en el skytrain y vio en un anuncio del periódico Metro la oportunidad de atender clases de Roller Derby, liderado por mujeres patinadoras, Ellas, Mish Bruton and Snow. “Yo quiero hacer esto” le comentó a su pareja, y meses después, su hija y compañero le regalaron, de 40 años, un par de patines y el equipo de protección para poderse inscribir en el curso de Derby.
Mariana sonríe cuando relata la emoción que sintió al ponerse sus patines de 4 ruedas, como cuando era niña, y como en un relampagueo, su vida dio un vuelco repleto de nuevas aventuras. Por años Mariana no había tomado decisiones para cuidarse a sí misma y los patines fueron la motivación.
Loca por más de 5 años, hizo parte de la liga deportiva llamada en ese tiempo ¨Terminal City Rollergirls”. Su equipo, The bad Reputations, es el único equipo de la liga que aún se reúne para socializar y apoyarse entre sí. Loka smoke-ya era su nombre de Derby, debido a las ideas divertidas, espontaneidad y ocurrencias de Mariana.
No hay una semana que Mariana no practique, y después de haber hecho parte del Rolla Skate Club en el 2019, loca tomó el reto de entrar en el mundo del coaching, y guiar a personas adultas a patinar. “Estar rodeada de mujeres que te apoyan, y empujan a ser mejor y creer en ti misma, me hizo tomar la decisión de abrir mi propio rinconcito de aprendizaje de patinaje donde yo pueda contagiar el amor que yo tengo por esta actividad”. Loca asegura que el sentimiento de enseñar va más allá de lo satisfactorio, “ver las caras de asombro de mis estudiantes cuando algo que les enseñé les salió, o cuando el temor de aprender algo nuevo poco a poco se disipa y se olvida, es inolvidable”.
Mariana es la co-fundadora de Te quiero Latinx, una iniciativa de educación y eventos para promover la vida sobre cuatro ruedas. Junto con Ana Gómez, oriunda de Monterrey, México, co-idearon el proyecto, que busca centrar a las personas de habla hispana, incluyendo todos los géneros, identidades y nacionalidades. En julio del 2023, con el apoyo de la organización Rolla Skate Club, Mariana y Ana, organizaron un evento de patinaje con música Latina, aprendizaje de coreografía y baile sobre ruedas, que atrajo a más de 100 participantes.

Mariana Isabel en clases.
Ana es publicista de profesión, patinadora desde joven, y como latina inmigrante siempre le ha interesado crear lazos fuertes entre la comunidad latinoamericana, para superar las adversidades y lo que implica emigrar a otro país. En 2015, Ana descubrió el Roller Derby y desde entonces ha estado en contacto con el patinaje. Así fue que descubrió Rolla Skate Club, donde empezó trabajando los fines de semana en eventos y recepción, y hoy tiene una carrera profesional dentro de la compañía.
Te quiero Latinx ofrece clases introductorias de patinaje que exploran lo básico: caídas seguras, la importancia del miedo, posición, balance, cómo avanzar, cómo retroceder, cómo voltear y aprender diversas clases de paradas, diferentes movimientos y cómo fluir cuando se está patinando para estilizar el patinaje. Las clases más avanzadas incluyen pasos de baile como el downtown para divertirse más y bailar patinando. Si la persona interesada no tiene patines o equipo de protección, Mariana ofrece el alquiler de kits de seguridad. La mayoría de las personas que atienden las clases son de habla hispana. Paola Muñoz, colombiana de 31 años, asegura que el tomar la clase en español le generó más confianza y la suficiente vulnerabilidad para compartir sus miedos.
Muchas personas que asisten a las clases de Te Quiero Latinx tienen en común cumplir su sueño de niñas, o superar la idea limitante de que patinar de adultas es tarea imposible. “Yo quiero darles ese empuje, inspirarlas a hacer algo por ellas, motivarlas a tenerse valor, y dejar al lado el temor y ganar valentía para ellas mismas”.
Luz Adriana Jiménez Rayas ha seguido a Te Quiero Latinx desde las primeras clases ofrecidas en octubre del 2023. A sus 42 años, Luz Adriana ha tomado casi todos los niveles que Mariana enseña y, aunque patinó en su juventud, retomar este aprendizaje después de ser mamá y trabajando tiempo completo ha sido una reafirmación de que no hay límites cuando se proponen objetivos. “Mariana es muy buena educadora, proyecta las ganas de compartir su conocimiento, tiene la disposición y paciencia con cada una de nosotras al enseñarnos movimientos o pasos nuevos. Nos hace sentir seguras, adapta las clases al nivel de cada una y está creando una bonita comunidad de patinadoras, en su mayoría Latinas” afirma Luz Adriana.
Mariana observa el cuerpo de las estudiantes, escucha atentamente las necesidades y los miedos, y usa analogías visuales para invitar a las participantes a que entiendan las posiciones y técnicas y las maneras más seguras de caerse. “Me gusta entender cómo se siente esta persona frente a mí, ponerme en sus patines, e imaginarme cómo quisiera que alguien me respondiera y guiara por primera vez”, afirma Mariana. Loca con sus 52 años y energía inspira hasta los más cautelosos.
El mayor reto de Loca es expandir sus lugares de enseñanza y poder movilizarse con facilidad con todo el equipo de patines que tiene alquilados. Actualmente las clases son impartidas en el estudio de danza Idance, con una capacidad máxima de 10 estudiantes por clase. Muchos lugares no alquilan el espacio por miedo a que las ruedas de los patines rayen los pisos, desconociendo que hoy en día hay diversos tipos de ruedas. Mariana sueña con seguir empoderando a más mujeres y personas para cumplir su sueño, y volar sobre ruedas. Aunque no todas las personas se sienten cómodas patinando en el concreto, el verano está llegando y Mariana tendrá más clases al aire libre.
A Mariana le gusta pensar en grande. Ella espera encontrar un espacio donde pueda expandir esta comunidad para ir a patinar, gozar, disfrutar y sentirse como una gran familia. Y, por supuesto, ofrecer un lugar donde todas las personas se sientan celebradas y seguras. Mariana sueña con su propio emprendimiento, donde pueda brindar oportunidades no solo de aprender a patinar, sino también de permitir que más mujeres trabajen con ella, como educadoras y administradoras del proyecto. Un espacio donde haya noches de patinaje, música, empoderamiento y muchas ruedas, asegurando que el primer paso jamás será el último.
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